Aunque mucha gente no lo sabe, una de las pruebas fundamentales en la ITV es la medición de humos del escape. De hecho, es una causa muy frecuente de resultado desfavorable.
El porcentaje de vehículos que dan negativo en sus pruebas de emisiones en la ITV supera el 10%, según datos de la propia DGT.
¿En qué consiste exactamente esta prueba? ¿Qué consejos o trucos puedo seguir para superar la prueba de emisiones de la ITV? ¿Cómo podemos evitar un resultado desfavorable por humos? A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre la prueba de gases, y qué puedes hacer para que no tiren tu vehículo para atrás cuando pases la inspección.
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¿Qué es la prueba de gases de la ITV?
En esta prueba se mide que las emisiones de los vehículos no superen determinados umbrales considerados perjudiciales para la salud. Dichos umbrales están marcados por la homologación del vehículo. Y en caso de que el fabricante no lo indique, la referencia se toma, por ejemplo, con la fecha de matriculación.
En los diésel, el límite de emisiones se mide con el test de opacidad: el motor se acelera desde el ralentí hasta la velocidad de desconexión (corte de inyección). Los técnicos especialistas realizan varias mediciones y establecen una media final. El límite permitido en este caso depende de la antigüedad del vehículo y de si es turbo o atmosférico.
Cuando hablamos de la prueba de emisiones de un vehículo de gasolina, aquí también se mide el nivel de CO2 y el coeficiente lambda (en aquellos vehículos catalizados).
Algunos trucos para superar la prueba de gases de la ITV
Para pasar la prueba de emisiones de ITV tu vehículo debe tener el motor a una buena temperatura y el sistema de escape descarbonizado y sin fugas.
Por ello y en primer lugar, para pasar correctamente la prueba de emisiones de la ITV, tu vehículo debe tener un buen mantenimiento. Si somos negligentes y, por ejemplo, tenemos el filtro del aire sucio o el tubo de escape perforado o roto, es muy probable que obtengamos un resultado desfavorable por humos.
Pero además de las cuestiones básicas de mantenimiento de tu vehículo, existen otros gestos o acciones que puedes llevar a cabo para mejorar las emisiones y superar esta prueba.
Por ejemplo, aunque la conducción eficiente siempre es interesante para el cuidado del medioambiente (marchas largas), esto puede acumular mucha carbonilla en el tubo de escape.
Por ello, antes de pasar la ITV, puede ser interesante que hagas un trayecto de unos 20 o 30 km apurando un poco más las marchas para eliminar carbonilla del escape. Siempre en condiciones de seguridad, por supuesto, y respetando los límites de velocidad.
También es muy importante, que el motor de tu vehículo esté caliente para que el catalizador funcione adecuadamente.
En el caso de los automóviles que tienen filtro anti-partículas lo ideal sería hacer un recorrido en tercera o cuarta, con el motor ligeramente por encima de 3.000 rpm: además de calentarse el motor, habrá mayor flujo de gases que limpien el escape.
No es nada recomendable, que pises a fondo el acelerador mientras estés parado. Es muy típico ver a gente pegar acelerones y manteniendo el pie a fondo un rato. Esto es muy peligroso ya que si el motor no está correctamente mantenido o tiene exceso de aceite puede meter el aceite en la admisión y autoalimentarse lo que provoca que el motor se acelere a fondo y aunque quites el contacto no se pare provocando daños en el motor. Si te pasa esto pon el freno de mano, mete 5ª o 6ª e intenta calar el motor.
Y no lo olvides: no intentes probar trucos o métodos totalmente desaconsejables que leas por internet o que te cuente algún amigo. Como por ejemplo la barbaridad de introducir agua a presión por el escape para limpiarlo. El escape se quedará limpio pero posiblemente entre agua en la cámara de combustión. El agua a diferencia del aire es incompresible por lo que si entra bastante agua al no poderse comprimir romperá el motor.
¿Qué tengo que hacer si no paso la ITV por los gases del coche?
Cierto es que los coches gasolina o diésel normales presentan más dificultades para superar la prueba de humos que los modelos híbridos. A los eléctricos, directamente por no ser contaminantes, no se les hace la prueba.
En la mayoría de ocasiones, una ITV desfavorable por emisiones tiene mucho que ver con un mantenimiento incorrecto de nuestro coche. Un filtro de combustible viejo impedirá al motor un flujo constante, llegando a producir incluso fallos en el sistema electrónico de inyección.
Un filtro obstruido, por otra parte, hace que al motor no le llegue la cantidad de aire suficiente para su correcto funcionamiento: en ese momento el motor inyecta combustible adicional para compensar esa carencia, lo que se traduce en mayores emisiones perjudiciales para la salud.
Así que el mayor consejo que puedes recibir tras una ITV desfavorable por humos, es que lleves tu coche a un taller especializado y lo sometas a un buen mantenimiento.
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